Crítica de ‘Los 4 Fantásticos: Primeros pasos’ | El mejor Marvel en años, y un comienzo esperanzador para la Fase Seis

Tras una Fase Cinco francamente decepcionante, en taquilla y en calidad, y una Cuatro que tampoco fue gran cosa (salvo excepciones como la muy simpática Shang-Chi o, sobre todo, Doctor Extraño en el Multiverso de la Locura), Marvel da el pistoletazo de salida a la Fase Seis de su ciclo de superhéroes con Los 4 Fantásticos, su mejor película en mínimo tres años.

Dejando de lado la escasa originalidad de la historia que se nos cuenta (recordemos que al devorador de planetas Galactus y a otro Silver Surfer ya nos habíamos visto, de otra forma, en la segunda aventura de la familia con poderes, cuando estaban interpretados por Ioan Gruffudd, Jessica Alba, Chris Evans y Michael Chiklis… un cast a reivindicar, por cierto), lo cierto es que Adam Shakman consigue una película no sólo muy entretenida y con la que es imposible aburrirse (algo en lo que tienen mucho que ver su escasa hora y cuarenta de duración, sin créditos finales), si o también genuinamente emotiva en muchos momentos. Esperen a ver si impresionante clímax final, o toda la secuencia de regreso a la Tierra después de la fallida negociación con Galactus. Al final, esta es una historia sobre la familia, sobre cómo la unión hace la fuerza, y ese sentimiento llega al espectador.

Y llega así también gracias especialmente a los cuatro intérpretes que se han reunido en pantalla para dar vida a Reed, Sue, Johnny y Ben Pedro Pascal vive su momento dorado y todo personaje le cae como un guante, y además tiene una química espectacular con Vanessa Kirby, una Sue mucho más madura y sería que las previas. Joseph Quinn, por contra, hace un Johnny casi adolescente, irreverente y muy agradable para el público, y Ebon Moss-Bachrach esquiva perfectamente el hecho de que su Ben es quizás el personaje más maltratado por las tramas secundarias, que por ahora no aportan mucho, como la que lo une a Rachel. Por cierto, un detalle fabuloso el de su «barba». Ojalá la mantengan en futuras entregas.

En definitiva, una notable cinta de superhéroes familiares que, esperemos, devuelva a Marvel a la senda correcta para recuperar un trono que, a tenor de los excelentes resultados del Superman de James Gunn, se puede ver amenazado.

Lo mejor: Los cuatro protagonistas y la auténtica emoción de muchas escenas.
Lo peor: Da la impresión de que la trama de Galactus es lo de menos. Y ya la hemos visto antes.