El problema de Jurassic World: El renacer es que viene de una tradición de películas con 33 años de historia.
Lo que Jurassic Park tenía a raudales, lo que El mundo perdido tenía también en buena medida (pese a lo denostada que estuvo en su día), y lo que Jurassic World recuperó en parte, es justo lo que le falta a este reboot, y se puede resumir en una palabra: alma. También originalidad, obviamente, pero eso ni está ni se la espera.
Ninguna escena de la cinta de Gareth Edwards tiene ni un ápice de la magia que desprendían las películas de Spielberg, y cuando la tiene (ver el final, en mar abierto, o la extracción de la muestra del Titanosaurio) es porque escuchamos el maravilloso tema escrito por John Williams, que ya es un clásico, o porque aparece el T Rex en pantalla. Qué manía han tenido las secuelas en querer sustituir al Rex por todo tipo de híbridos monstruosos, si se basta y sobra él solito para tener más carisma que todos los demás mutantes juntos, y genera más peligro que nadie. Porque ese es otro problema de Rebirth: nunca, y nunca es nunca, el espectador teme por los personajes. Por los principales, al menos. Los secundarios sabemos que están ahí como cena para los carnívoros, pero hay que aceptar que jamás volveremos a ver en la saga algo tan tenso como los velociraptores en la cocina, el ataque del Rex a los Jeep o las persecuciones en El mundo perdido.
Aún así, hay que reconocer que la película es entretenida y espectacular, que es de lo que se trataba, y que tanto Scarlett Johansson como sobre todo Jonathan Bailey (en su mejor momento, y ojalá le vaya muy bien) le ponen ganas. Mahershala Ali prácticamente repite la misma actuación que en Los Juegos del Hambre, pero aún así siempre es un actor al que da gusto ver.
En definitiva, una cinta correcta, que da lo que promete, pero que sólo funciona realmente cuando apela a la nostalgia y rinde homenaje a los Parque Jurásico que todos recordamos, los de los 90. Ojalá encontrase su misma calidad, pero habrá que esperar a la siguiente.
Lo mejor: Es espectacular, sin duda, y bastante emotiva cuando hace referencia a sus hermanas mayores.
Lo peor: La falta de ideas es terrible, y no destaca realmente en casi nada.
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