ENTREVISTA | Fernando Moreno (‘Sueños de Libertad’): «Chema es un poco caradura, pero con buen fondo. Cree que puede conseguirlo todo sin mucho esfuerzo»

Fernando Moreno interpreta en ‘Sueños de Libertad’ a Chema, el hermano de Carmen (Candela Cruz), recién llegado a Toledo para aprovechar las posibilidades laborales y personales que pueda ofrecerle la capital castellanomanchega.

En esta entrevista, el actor hispalense nos habla sobre su incorporación a la serie diaria de Atresmedia, reflexiona sobre sus comienzos y comparte su amor por el teatro y la improvisación.

¿Cómo comienzas en la interpretación?

Desde pequeño tuve la suerte de que mis padres me llevaron mucho al teatro, y me fui quedando con esa sensación de que yo también quería estar ahí, sobre esas tablas (risas). Ya en el instituto, con 13 años, coincidí en clase con el hijo de unos directores de teatro que tienen una escuela aquí en Sevilla, Viento Sur, y un día estuve allí en la taquilla del teatro y ya me enamoré totalmente de este mundo. Tenía muy claro que quería que esto fuera mi vida. A partir de ahí, comencé con clases de teatro y ya nunca lo dejé.

Háblanos de tu formación en la escuela Viento Sur y la ESAD, en Sevilla. ¿Qué importancia ha tenido para ti?

La principal importancia que ha tenido es haber podido conocer a muchos compañeros que buscaban lo mismo que yo, y con los que poder hacer muchas cosas después. Cuando yo entré en la ESAD, con 18 años, veníamos ya de tener una pequeña compañía, con la que íbamos por los bares y comenzábamos a hacer escenas, espectáculos… Teníamos muchas ganas de hacer cosas. Eso a día de hoy lo sigo manteniendo, tener a esas personas con las que comenzar a actuar. Yo siempre digo que, aunque he aprendido mucho tanto en Viento Sur como en la ESAD, creo que donde más he aprendido es haciendo cosas, yendo a salas pequeñas, a parques… a todos los sitios del mundo donde nos dejaran.

¿Qué respuesta obteníais del público cuando hacíais esas actuaciones en los bares?

En un principio era complicado. Actuábamos jueves, viernes y sábados a partir de las once de la noche, más o menos, por los bares de la Alameda de Hércules. Al tener entrada gratuita, teníamos entre el público a personas que nos conocían, pero también muchas otras que simplemente estaban allí de fiesta y, claro, te interrumpían… entonces, fue difícil, pero también una gran escuela, increíble. Imagínate, esos niños con 17, 18 años, intentando que el espectáculo no cayese… aprendimos muchísimo.

Entrando en Sueños de Libertad, ¿cómo llegas a la serie?

Llego de total sorpresa. Me habló Álvaro Haro, uno de los directores de cásting de la serie, porque me quería a mí para el personaje. Ya me había visto en otros trabajos, y quería que yo interpretase a Chema. Entonces, llegué sin hacer cásting ni nada, increíblemente. Yo no me esperaba nada, obviamente, porque ni sabía que estaban buscando un actor para este personaje, y me llegó como agua de mayo.

Fernando Moreno interpreta a Chema en «Sueños de Libertad» (Manuel Fiestas / Atresmedia)

¿Cómo ha sido llegar nuevo a una serie que ya tiene un importante recorrido y en la que todo el equipo se conoce?

En un principio iba con bastante miedo, por lo que tú dices: era llegar nuevo a un rodaje en el que todos son una familia. Pero fue sorprendentemente fácil, porque me ayudaron todos muchísimo, especialmente Candela, que interpreta a mi hermana. Bueno, ella y todos me acogieron con muchísimo cariño, y al final ha sido bastante sencillo y muy bonito.

¿Cómo es Chema?

Chema es un tipo un poco peculiar (risas). Es un poco caradura, un poco sinvergüenza, pero con buen fondo. Es una buena persona. Las circunstancias de su vida, siempre bajo la protección de su madre y su hermana, lo han hecho un poco así y él cree que puede conseguirlo todo sin que le cueste mucho trabajo. Ahora, de repente ha salido de su pueblo para llegar a una gran ciudad, y veréis que, aunque siga muy ligado a Carmen, le va a venir muy bien esa rotura de molde.

También ha de ser muy interesante para tí como actor poder representar en pantalla a todas esas personas de Andalucía y otros lugares que tuvieron que emigrar para buscar una vida mejor.

Sí, para mí es una suerte poder hacer este personaje. Es muy sencillo caer en el cliché del andaluz caradura y gracioso, y que se quede ahí, y además Chema es un poco así (risas), pero a la vez tener que profundizar en esa historia que comentas, la de tantos andaluces que tuvieron que marcharse para buscarse la vida. En este caso, al estar su hermana en Toledo, Chema aprovecha para trabajar allí. Es una suerte, sin duda, poder interpretarlo.

Ya estamos viendo también un interés especial con Claudia (Isabel Moreno). ¿Por dónde puede ir esta trama?

Claudia ha cautivado a Chema. Él cree que se ha enamorado, y va a intentar conquistarla. Además, está convencido de que ella terminará también por quererlo, así que va a intentarlo, incluso siendo un poquito pesado.

Fernando Moreno en una escena de «Sueños de Libertad», junto a Antonio Romero. (Manuel Fiestas / Atresmedia)

La serie, además, tiene un nivel de producción impecable. ¿Te ha impresionado verlo desde dentro?

Sí, me dejó con la boca abierta cuando yo entré. Son tres unidades grabando a la vez, un equipo muy grande, se necesita muchísima coordinación… Sueños de Libertad es la primera serie grande en la que participo, y ya desde el primer día, que me hicieron un pequeño tour por los platós… aluciné. Es una producción muy grande.

Has hecho también muchísimo cortometraje. ¿Crees que el corto vive un momento especialmente bueno en España, por cantidad y calidad?

Sí, sin duda. A mí el corto me encanta, y además es más asequible, dentro de lo difícil que es producir cine, o audiovisual en general. Es un formato perfecto para contar historias cortas, pero con una calidad técnica y narrativa que se acerca ya mucho a los largos. Efectivamente, está cogiendo más peso, hasta el punto de que actores que quizás, hace años, veían como algo más “bajo” hacer cortometrajes, ahora sí los hacen. Es estupendo.

En teatro, has interpretado textos de Zorrilla, Molière, etc. ¿Qué te aporta como actor y por qué es importante para los espectadores?

Yo llevo haciendo teatro más de media vida, y tengo una conexión con él que no tengo con ninguna otra cosa. Lo que más valoro, y creo que no lo tiene la cámara, es el momento de la actuación, el momento en que público e intérpretes están jugando al mismo juego y todo puede pasar. Esa magia es lo que más me llena, y más hoy en día, que tenemos a nuestra disposición tantas pantallas. Creo que parar y poder usar el teatro como punto de encuentro humano es mágico, y cada vez se valora más.

Has dirigido también tu propio espectáculo de improvisación, La fiesta del albero. ¿Cómo fue este trabajo?

Como decía antes, llevo haciendo improvisación muchos años, y la “impro” tiene esa adrenalina que es adictiva. Este trabajo vino de la mano de esa experiencia de hacer teatro en bares, de esa interacción con el público, porque es una simbiosis: artistas y público nos necesitamos mutuamente. Además, siempre me ha gustado mezclar la “impro” con el teatro. En el caso de La fiesta del albero, era un tablao flamenco, y los personajes contaban historias, que eran las improvisaciones. Intentamos mostrar siempre nuestras mejores armas: el humor, la improvisación y esa cercanía con el público.

Fernando Moreno (fotografía de Víctor Brenes / https://www.instagram.com/gentebastarda/?hl=es)

Cuando uno tiene la oportunidad de interpretar textos como El Avaro o Don Juan Tenorio, ¿existe un sentimiento especial de estar contribuyendo a que los clásicos sigan llegando al público?

Sí, a mí me sigue sorprendiendo. Yo veía esas funciones de pequeño y me volvían loco, que hasta mis padres me decían: “Pero, ¿cómo te puede gustar Don Juan Tenorio, que son tres horas y estás ahí embobado?” (risas) Entonces, cuando empecé a hacer Molière o Zorrilla, para mí era un sueño, porque efectivamente eres, como actor, un medio para que esos textos, tan llenos de vida, sigan llegando al público. Y me sigue sorprendiendo que, año tras año, el público siga viniendo y lo disfrute, porque Don Juan Tenorio ha envejecido fatal (risas). Don Juan es un tío horrible, pero sin embargo el público llega al teatro y conecta con ese clásico, y lo sigue manteniendo vivo. Es maravilloso, y es algo que sólo consigue el teatro.

¿Tienes algún objetivo especial como actor que quieras contarnos?

La verdad es que no (risas). He tenido muchas expectativas y muchos sueños a lo largo de mi vida, pero como también he tenido tantos momentos de bajón y de cuestionarme por qué me estoy dedicando a esto… llegué a un punto en el que lo que busco es disfrutar de lo que tengo y lo que está viviendo, pero intentando no marcarme objetivos, por si acaso luego no se cumplen. Lo importante es seguir trabajando y haciendo cosas, siempre.


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